lunes, 25 de marzo de 2013

#13

En el mundo donde todo estaba programado los sentimientos eran innecesarios.
¿Por qué alguien debería de enamorarse?
Ahora todo era perfecto, cuando llegabas a los 19 años te asignaban a un autómata para crear la ilusión de no estar solo.
No había ninguna prohibición acerca del amor, simplemente el mundo dejo de creer.
O mejor dicho, tenía miedo a volver a creer, se había creado una generación de cobardes, pero nadie les podía culpar. ¿Cómo culpar a las personas que no querían sufrir? Está claro que todavía quedaban los eternos románticos, en busca del amor, en el cual podía invertir toda su vida.
Los llamaban necios, ilusos y que no vivían en la realidad.
Para la gran mayoría de la población la realidad se había convertido en maquinaria.
El tic-tic-tic del reloj había sustituido el pum-pum del corazón.
La maquinaria era perfecta, sustituyendo las imperfecciones de las personas, las lágrimas eran algo del pasado, ahora solo quedaba la calma, todo era eliminado de la sociedad.
Nadie estaba triste, nadie era feliz.
Oh, el progreso....