sábado, 5 de octubre de 2013

#25

Y todo mi ser vibró por un segundo, para después....explotar.

Ya no había barreras, murallas, campos de fuerza, ya no había nada, solo dolor, sufrimiento.
Los estoy bien se han transformado en huracanes que no dejaban nada intacto a su paso, las lágrimas ya no conocen contención, se desbordan en el límite de la cordura.

El pecho restalla, la agonía se abre paso.
Con sus garras me abre en canal.
Deja abierto mi ser.


Cada respiración conlleva una guerra en mi interior.
¿Quiero seguir con esta amargura?

Y todo da vueltas, la realidad se trasforma en palabras, sonidos que al salir de mi interior me cortan como cuchillas, no tienen piedad, solo desean ver mi fin.

Grito, le grito al mundo que ya no puedo más.
Nadie escucha, nadie atiende mi ruego, mi súplica, solo los brazos de la soledad me recogen, me llevan a su hogar.

Lo ves a lo lejos, lo sabes, ahí está la verdad innegable. 

Solo la Señora de la guadaña puede hacer que tengas un buen final, que todo acabe, es la única que puede parar ese circo infernal, ahí está, siempre aguardando tú visita, cada día más cercana.
Esa verdad es casi más dolorosa que las palabras, que la realidad.

Espera siempre su beso...

sábado, 3 de agosto de 2013

#24

Intenté ir a Oz y me perdí por el camino.
Ahora tendré que vivir en un camino de baldosas 
punteando mis botas rojas, sin encontrar un camino de regreso a casa.

Saltaré los charcos que me encuentre y en los momentos en que necesite ser normal me taparé con mi paraguas, el cual hará que nadie vea mi cara, mis lágrimas.
Cuando esté sola, cuando nadie observe, apartaré el paraguas, miraré hacía el cielo y seré feliz, siendo yo.

¿Quién soy yo?

Aun no pude descubrirlo, porque siempre que estoy a mitad de camino, recorriendo baldosas, buscando brujas despierto en la cama, y todo se borra.
Algún día, buscaré mi propio camino, quizás camino al olvido. 

Todo camino tiene un final, solo he de encontrar el mio.

domingo, 28 de julio de 2013

#23

Hoy os contaré la historia de una persona-
De una niña pequeña que solo quería ser feliz.
Le hicieron tanto daño que se prometió a si misma que nunca más dejaría que alguien viera su interior, porque siempre era eso la llama que encendía su infierno.
Se prohibió llorar, querer, o simplemente mostrarse.
Todo ello lo metió en la caja de "debilidades".
La pequeña niña creció, se equivocó, se resignó, siguió el camino que veía marcado en el suelo.
Después de un tiempo tiró todo por la borda, sus propias promesas quedaron en un rincón de su mente.
Volvió a confiar, a querer, volvió a caer en la misma piedra.
Quizás esta vez no era comparable a la anterior, todo era distinto, salvo en una cosa, volvió a sufrir.

El cómo podía cambiar, pero el fin era siempre el mismo.... el sufrimiento.

Ya no podía más.

No podía seguir sufriendo.
No podía seguir sola.

Ya nada podía hacer.


Ser fría, encerrarse, hacer a la soledad su compañera de viaje, no podía hacer más nada.

Que será de ella es algo que nadie sabe.
Se dice que vive con miedo de volver a sentir.
De probar esa droga y no poder dejarlo. 

sábado, 20 de julio de 2013

#22

Se comenzó a escuchar el sonido de unas alas batiendo.

Aquella criatura bajó la mirada, era allí donde tenía que estar, lo sabía.
Una especie de pies tocaron el suelo, acercándose a un cuerpo tirado, en aquel paraje desolado.
Siguió andando hasta quedar a su altura, sin importarle que la sangre aún fresca le manchase los pies.
El por qué estaba muerto no le importaba, él solo tenía que llevarlo a otro lugar.

Pero antes de llevarlo observo la belleza de lo que contemplaba.
Los humanos eran hermosos, y todo lo hermoso era frágil.
Creía poder escuchar la piel marchitarse cual flor.
Como el corazón bombeaba por última vez.
Aquello ojos que en el algún momento habían sido de un intenso color ahora estaban blancos.

Se acabó la función, recogió su alma, se fijó en la etiqueta que llevaba, al parecer su sufrimiento solo acababa de empezar, le quedaba toda la eternidad y su muerte solo era el principio de un mundo de horrores.

sábado, 13 de julio de 2013

#21

En aquel silencio aun se podía oír el eco de lo que en otro tiempo fueron risas.

Aun ahora, la añoranza se apodera de mi al recordar lo que eramos.
¿Qué que eramos? aun es el día de hoy que no lo sé.
Lo que sí sé es que las canciones solo cobran sentido si pienso en ti, que me acuerdo de lo momentos en los que se nos abrieron todas las puertas y como las fuimos cerrando.
Las cerramos una a una, lágrima tras lágrima, sufrimiento tras sufrimiento.
Las tardes de comida rápida y las noches de helado donde solo teníamos un colchón en medio de una habitación. Las películas. Los besos. La felicidad. 
Todo ello quedaba tras esas puertas ya selladas.

Esa misma habitación fue testigo de nuestros gritos, de los objetos rotos, de las lágrimas de ambos, de nuestros errores.
Al encontrarnos para llevarnos nuestras cosas nos dimos de cuenta de que nos queríamos, de que eso no era suficiente, de que no encontraríamos a nadie que nos quisiese más.
Nos abrazamos y nos besamos por última vez.
En ese momento me dijiste que no me fuera y yo te dije que yo me quedaría si tu también lo hacías.

Nos fuimos ambos, la habitación quedo vacía, el único recuerdo de todo lo sucedido quedó tras esa puerta.

Lo peor fue darnos cuenta de que el mundo no se acababa, de que no podíamos echar la culpa a nadie.

Nos rompió, pero no nos destruyó. 


Ambos esperábamos y deseábamos que nos destruyera.
Pero la vida continuaba.
Lo que pensábamos que era amor en verdad solo era cariño.
Conocimos a gente, cambiamos, superamos obstáculos.

Aun deseo que todo aquello nos hubiera destruido.
Hubiera sido más sencillo eso que aceptar la realidad.
Saber que lo que consideras el fin del mundo en verdad solo era un pequeño paso para continuar con tu vida.

No hubo ningún final, solo un comienzo.

lunes, 24 de junio de 2013

#20

¿Piensas acaso que no sé lo que ocurre?
¿Acaso opinas que encerrarme y ponerme una venda hará que se solucione todo?
¿De verdad no te das cuenta de lo que me estás haciendo?

Fin.
Se acabo.
No puedo más.
Todo tiene un límite y tú lo has sobrepasado.


La chica creció.
Abrió los ojos.
Murió por dentro.
¡Ayudadla!
No puede más.

Y se acabó.
Esta historia nunca ha tenido inicio.
Siempre ha estado esperando el fin del final.

lunes, 17 de junio de 2013

Siempre ando pidiendo perdón y parece que esto sigue así, tengo este blog y mi otro blog   muy abandonados, pero a diferencia de muchos de vosotros aun no he acabado las clases, solo me queda una semanita *-* y aun tengo que hacer 6 exámenes y un trabajo ( el cual estoy acabando ahora xD)
Cuando acabe esta semana infernal me pondré en serio con el blog, subiré entradas habitualmente (Si hasta lo tengo organizado y todo :D) y cambiaré todo el aspecto del blog.....
Pero hasta entonces tendré que dejar aun bastante de lado esto ^^'
Besos y espero volver cargada de sorpresas :3

domingo, 26 de mayo de 2013

#19

Sabes que está ahí, lo ignoras por miedo, piensas que si pronuncias esa palabra será más real, tangible, se hará visible no solo para ti, sino para el resto del mundo.
Si eso ocurriera estarías a merced de la humanidad y conoces como son las personas, crueles y malvadas, carroñeras de dudas y temores, si conocieran la verdad de ese sentimiento lo aprovecharían para destrozarte.
La vida era una lucha y no quieres mostrar debilidad.

             Pero no puedes más.... las lágrimas y los gritos en el silencio de tu cuarto ya no te reconfortan, cada día la sonrisa te pesa un poco más, y ves como el hoyo en el que te encuentras se va haciendo más y más profundo.

Lo sabes, ha llegado el momento de pedir ayuda, tienes que decir la verdad, confiar en una persona.

Quizás debas comenzar confiando en ti,  das ese paso ,te sientas frente a un espejo, ves como te tiembla el labio y como tu labios luchan por no abrirse.
Lloras de impotencia, pero sabes que necesitas escucharlo no solo en tu cabeza, comienza a salir entre lágrimas, cargado de significado, un propio, único, cada persona que pensaba en ese sentimiento le venían imágenes distintas.
Estaba llena de pasado, de presente y de miedo de un futuro.
Te miras fijamente mientras lo pronuncias:
-Soledad- te oyes decir.
Ahí está lo que tanto miedo te da.
Te derrumbas en ella sabiendo que aun quedaba un duro camino que recorrer para superarla, un camino que quizás nunca tuviera fin.

viernes, 17 de mayo de 2013

#18

Hoxe a entrada será diferente, eu son galega e hoxe como é Día das letras galegas apetecenme facer algo diferente.


Luar na lubre

Letra:
Chove en Santiago, meu doce amor,
camelia branca de ar brila enternecida ao sol,
brila enternecida ao sol.
Chove en Santiago, na noite escura,
herbas de prata e sono cobren a valeira lúa,
cobren a valeira lúa.
Olla a choiva pola rúa, laio de pedra e cristal.
Olla no vento esvaido, soma e cinza do teu mar.
Soma e cinza de teu mar, Santiago lonxe do sol
Agoa de mañán anterga trema no meu corazón



Se ven este ano está dedicado a Roberto Vidal Bolaño, eu os pondré un poema Estíbaliz Espinosa, porque sí xD



Comería a túa alma 
coma quen come un ovo 
doce 
novo 
perfecto microcosmos no seu óvalo de nacre. 

Pinga d´ouro 
mandorla 
comería a túa alma sen casca 
a túa alma sen culleres 
sen caducidade. 

Eterno almorzo da nenez de aldea. 

Sen saber e sen querer saber 
as nigromancias da tersura 
qué escuro demo agocha 
nin milagreiro sabor 
sen chegar a adiviñar sequera 
qué foi antes: 
a túa alma 
ou a galiña. 






domingo, 12 de mayo de 2013

#17

Entró de puntillas en la habitación, acallando los gritos de dolor que venían a su cabeza.
El maquillaje se desperdigaba en todas las direcciones, era la huella de lo ocurrido aquella fría noche.
Arrastrando la suela de los zapatos llegó y rememoró todo.
Aquel forcejeo, creyó volver a escuchar esas palabras de nuevo "Todo es mentira" esa frase le retumbaba tanto que podía casi sentirla.
El miedo volvió a apoderarse de ella, dejándola indefensa.
Ilusa de ella pensar que su mundo podía haber cambiado, ella era una condenada, estaba apresada en su mente, su corazón era el alguacil y las llaves para abrir hacía tiempo que habían desaparecido.

Había aprendido a anhelar una única cosa...... La libertad

Para ella la libertad no era únicamente poder ir a donde quisiera sin que el tiempo fuese una variable a considerar.
La libertad significaba muchísimo más, era el hablar, el pensar, el sentir lo que quisiera, sin remordimientos, sin sufrir ni hacer daño.
Quería gobernar aquella anarquía, no callar, conseguir aquel la fuerza de consolarse a si misma, sin importar nada más.
Buscaba una utopía, un irreal, una fantasía.
Abandonar lo preestablecido.

Se limpio el maquillaje y cogiendo la armadura que conforme su vida iba pasando se fue forjando volvió a salir, adentrándose en la jaula de los leones, luchando contra la sociedad, cayendo, siendo abatida, volviendo a resurgir.

Volvía a cada batalla después de caer, después de perder, sufrir, agonizar.

Todo lo que hacía era una llamada de socorro buscando ayuda, el mundo era pequeño y había mas corazones encadenados a él, había más aves fénix buscando resurgir de sus cenizas.
Y así pasó los días, intentado que la gente viese, no solo mirase. Se comunicara en vez de solo hablar.
Sintieran y vivieran en vez de acomodarse a los días apagados, enseñarles el color de las cosas.
Ella conocía la verdad, sabía que todo lo que su mente le había mostrado sobre como podrían ser las cosas no era mentira. Si había una posibilidad de conseguirlo, lucharía por ello.

domingo, 5 de mayo de 2013

#16

Duele....
Haces como que nada importa.
Pero importa, te destroza, te rompe.
Cada palabra hace mella, cada mirada mata.
Hagas lo que hagas siempre ganan, siempre pueden contigo.


Haces creer al resto del mundo que tú estás por encima de todo eso, que a ti nada de aquello te puede afectar... Mientes 

La música entra, le das la bienvenida como aquella vieja amiga. Se apodera de ti, te hace arder, te lleva a las estrellas, te pierde en ellas.
Conocen tus secretos y te los recuerdan aunque no quieras.
Las lágrimas no caen, se han agotado hasta ellas, se han cansado de verte así.

Nada tiene sentido, la vida se ríe de ti, has rozado con la punta de los dedos tantas veces la felicidad que te has cansado de ver como se ha escapado. Dejas de creer en esas estúpidas mentiras humanas.
Amor, felicidad, verdad....solo son palabras, vacías, están ahí para recordarte como eres, en que has fallado.

Te has cansado de fallar y sin embargo ahí estas, volviéndolo ha hacer.

Bueno querida, nos vemos en la próxima piedra, en la siguiente interrupción de la escalera.
Te espero donde la verdad guarda sus secretos.

sábado, 27 de abril de 2013

#15


Esa sensación volvía.
Cerró los ojos y se dejo llevar.
No era la primera vez que le sucedía y, sin duda, no sería la última.
No había nada que hacer, solo podía sentir.
Alzó la cabeza y abrió los ojos.
No reconocía la imagen que le devolvía la mirada en el espejo.
Veía reflejada la imagen de una chica pálida, con el pelo negro y la mirada vacía. Veía sus ojos verdes pero no tenían vida.
Se obligo a apartar la mirada de aquel espejo y mirar hacía bajo.
Cuando llego hasta su brazo fue consciente de cómo la sangre brotaba sin pausa, sin llegar a ver cual era la herida que la provocaba.
Soltó el cuchillo que llevaba en la mano y durante unos segundos se quedó inmóvil, como una muñeca de porcelana.
Cuando volvió en si se dio cuenta de que las lágrimas empezaban a surgir de sus ojos.
Casi sin fuerzas abrió el grifo para meter el brazo debajo de aquel chorro helador.
Sabía que no podía acabar todo ahí, quería que todo parase, necesitaba salir de ese atolladero de dolor.
Pero sabía que no podía, no por ella, sino por lo que pasaría si desapareciese.
No tenía ese privilegio.
Solo quedaba esos momentos en la soledad de su baño para sentir que era libre.
Libre de decidir su vida, libre de decidir su muerte.

viernes, 12 de abril de 2013

#14

La mascara se iba rompiendo, cada golpe la había vuelto débil, o quizás es que nunca había sido fuerte.
Tantos golpes hacían mella, cuando no podía ni refugiarme en el llanto, cuando no quedaban objetos a los que darles una patada, cuando no quedaban insultos sin fundamento que gritar, cuando no quedaba nada.
Eso que llevaba temiendo toda mi vida: La nada.
Levantarme todos los días obligada, sin ganas de abrir los ojos, el mundo era un lugar incoloro. 
No hay nada en el que me pueda impulsar a seguir adelante, no hay nada que haga que la sonrisa que se dibuja en mi cara sea real. 
Mi vida se ha construido con mentiras.
Abrí los ojos para darme cuenta de que mi vida se regia gracias a ellas.
Ojalá nunca hubiese abierto los ojos, ojalá siguiese pensando que mi familia era genial, que tenía buenos amigos y que mi vida era como otra cualquiera.
Maldigo cada segundo de mi vida en el que la verdad entró en mi cerebro.
Es una herida que nunca para de sangrar, es el manantial con el que tengo que aprender a vivir.
Si es que aprendo algún día....
Cuando el mundo solo te enseña lo que es el dolor, vivir en una mentira es la mejor solución.

lunes, 25 de marzo de 2013

#13

En el mundo donde todo estaba programado los sentimientos eran innecesarios.
¿Por qué alguien debería de enamorarse?
Ahora todo era perfecto, cuando llegabas a los 19 años te asignaban a un autómata para crear la ilusión de no estar solo.
No había ninguna prohibición acerca del amor, simplemente el mundo dejo de creer.
O mejor dicho, tenía miedo a volver a creer, se había creado una generación de cobardes, pero nadie les podía culpar. ¿Cómo culpar a las personas que no querían sufrir? Está claro que todavía quedaban los eternos románticos, en busca del amor, en el cual podía invertir toda su vida.
Los llamaban necios, ilusos y que no vivían en la realidad.
Para la gran mayoría de la población la realidad se había convertido en maquinaria.
El tic-tic-tic del reloj había sustituido el pum-pum del corazón.
La maquinaria era perfecta, sustituyendo las imperfecciones de las personas, las lágrimas eran algo del pasado, ahora solo quedaba la calma, todo era eliminado de la sociedad.
Nadie estaba triste, nadie era feliz.
Oh, el progreso....

domingo, 17 de febrero de 2013

#12

Indiferencia.
Aquellas doce letras le recorrieron la columna. La sacudida que le provoco la destrozó.
No sabía que quería, pero sabía que aquello no.
No deseaba su amor, no aguantaría su desprecio, no quería que la recordase, anhelaba que no la olvidase.
Le destrozaría saber que su sonrisa seguía en su cabeza, le rompería averiguar que había sido sustituida por otros ojos.
Aspiraba a un hueco en su memoria, lloraba al pensar que quizás él no seguía adelante.
Pretendía ser la persona que le diera significado a sus canciones.
Tentó a la fortuna, y está, caprichosa, le rompió su mundo, sus contradicciones.
Nada tenía, y nada se merecía.
Solo indiferencia, y confusión.
Nada sabía, nada entendía.
¿Qué quedaba?
La indiferencia se transformo en rencor, el rencor en dolor, el dolor solo llevó a la desesperación
Sin saber como aquel que gritaba a los cuatro vientos su indiferencia, susurraba su amor.

Y ella ya no podía más, desechó los sentimientos, se cansó de jugar con aquel veneno.
Se colocó un corazón artificial y se desprendió del real, o mejor dicho, acepto que el real lo tenía otra persona, un ser indiferente, que la amaba y la odiaba, que no sabía que sentía, que tenía el corazón en su mano derecha y era desconocedor de lo que llevaba.

Pero la vida continuaba, y ellos con ella, sin saber nunca a ciencia cierta que consecuencias tenían sus actos. Que cada acción tenía su reacción. 

sábado, 2 de febrero de 2013

#11

Era el sonido que calló un beso.
Era el beso que llevo al amor.
Aquel amor, llevado por una ilusión, por un hechizo, por un para siempre.
Su para siempre, su promesa.... su fallo.
Aquel fallo que cometería mil veces, era el dolor que anhelaba, las lágrimas que le sacaban la respiración.
Era su miedo, su amor, su dolor, su felicidad, le daba la vida y le acercaba la muerte.
Las lágrimas al borde del abismo solo podían reflejar su sonrisa, la cual, como el filo de un cuchillo rasgaba la noche, la luz, el sentido.
Aquel sentido que se derrumbaba al contacto con su piel.
Aquella verdad solo susurrada, aquella certeza lastimera.
Saber que su libertad quedaba reducida a la nada, que ni siquiera podía controlar su cuerpo, ella era la dueña de él.
Su felicidad atada a su sentir.
Se había enamorado de su peor pesadilla, se había atado a la arpía.
Su fin, su inicio.
Un para siempre era fácil de cumplir y acabar.
Se acabó.
La flor se marchitaba, como la vela se consumía, su para siempre terminó.
La arpía se convirtió en la que lloraba y mientras los sentimientos continuaban su danza macabra el fin de un juego daba inicio al siguiente.
Nuevas normas, nueva trama, mismo final.

sábado, 19 de enero de 2013

#10

El aroma se mezclo con el ambiente cargado, no era un olor cualquiera, era su olor.
El olor a sabanas de hotel, el olor a mar salado, el olor de un siempre, el olor de un nunca.
Ese perfume tenía sus señas, su identidad, era la banda sonora de la mejor película con final triste, era el alias de aquel escritor que no quería fama, el tic-tac del reloj de pared olvidado, era todo y más.
Mejor dicho, era el todo y la nada, porque como el olor de aquel perfume, todo lo demás se esfumo con el viento.
Quién pudiese ser viento, o quien pudiese retenerlo.
Retener los segundos, que el tiempo fuese una variable con la que poder jugar, que los átomos se pudieran romper a capricho humano, que lo irreal se trasformase en real.
Y que al final la realidad solo fuese un juego, un engaño, una mentira necesaria para que no nos volvamos locos, ¿y quien nos dice que eso de la "cordura" tampoco era un engaño?
Pero la realidad, lo irreal, la cordura, la locura, se esfumaron con el viento, aquel que llevaba su olor, aquel que no permitía ser sometido.

jueves, 3 de enero de 2013

#9

La taza de té ardía en mis manos lo cual hacía que los músculos se relajaran y mi mente dejase de estar nublada por lo menos durante un corto espacio de tiempo, el necesario para repasar mentalmente que había hecho y que consecuencias tendría.
Así que me deje llevar por los recuerdos, volví a esa habitación, volví a encontrarme con sus ojos, volví al final de la copa, y como se iban acumulando en aquella mesa.
Mientras echaba azúcar para intentar después diluirlo con el suave remover de la cucharilla mi mente se quedo vacía, intentando descubrir que había pasado después de lo que sería las tres de la mañana, la última imagen que tenía en su cabeza era una sonrisa, una sonrisa que la hipnotizaba, que tiraba de ella hacía el abismo de la locura.
Miro con recelo mi habitación, aquella en la que hacía menos de una hora había despertado, con la ropa puesta y el tocadiscos sin parar de tocar.
La taza de té es esfuma con el tic-tac del reloj, miré hacia la ventana, la vida continuaba, y yo debía seguir con la función.
Así que me duche, me maquille, me vestí y baje a actuar, era una buena actriz, solo mi mirada ocultaba todas las noches en blanco, todos los pecados cometidos.
La moral, por la noche, se tomaba vacaciones, y al salir el sol todo comenzaba de nuevo.