domingo, 12 de mayo de 2013

#17

Entró de puntillas en la habitación, acallando los gritos de dolor que venían a su cabeza.
El maquillaje se desperdigaba en todas las direcciones, era la huella de lo ocurrido aquella fría noche.
Arrastrando la suela de los zapatos llegó y rememoró todo.
Aquel forcejeo, creyó volver a escuchar esas palabras de nuevo "Todo es mentira" esa frase le retumbaba tanto que podía casi sentirla.
El miedo volvió a apoderarse de ella, dejándola indefensa.
Ilusa de ella pensar que su mundo podía haber cambiado, ella era una condenada, estaba apresada en su mente, su corazón era el alguacil y las llaves para abrir hacía tiempo que habían desaparecido.

Había aprendido a anhelar una única cosa...... La libertad

Para ella la libertad no era únicamente poder ir a donde quisiera sin que el tiempo fuese una variable a considerar.
La libertad significaba muchísimo más, era el hablar, el pensar, el sentir lo que quisiera, sin remordimientos, sin sufrir ni hacer daño.
Quería gobernar aquella anarquía, no callar, conseguir aquel la fuerza de consolarse a si misma, sin importar nada más.
Buscaba una utopía, un irreal, una fantasía.
Abandonar lo preestablecido.

Se limpio el maquillaje y cogiendo la armadura que conforme su vida iba pasando se fue forjando volvió a salir, adentrándose en la jaula de los leones, luchando contra la sociedad, cayendo, siendo abatida, volviendo a resurgir.

Volvía a cada batalla después de caer, después de perder, sufrir, agonizar.

Todo lo que hacía era una llamada de socorro buscando ayuda, el mundo era pequeño y había mas corazones encadenados a él, había más aves fénix buscando resurgir de sus cenizas.
Y así pasó los días, intentado que la gente viese, no solo mirase. Se comunicara en vez de solo hablar.
Sintieran y vivieran en vez de acomodarse a los días apagados, enseñarles el color de las cosas.
Ella conocía la verdad, sabía que todo lo que su mente le había mostrado sobre como podrían ser las cosas no era mentira. Si había una posibilidad de conseguirlo, lucharía por ello.

2 comentarios:

HTR. dijo...

A veces todo nos parece una mentira, creemos que nada valemos y que para nada servimos.

Luego nunca se sabrá quién éramos al fin y al cabo...

Me ha encantado :3

Besos,
HTR.

Yolanda Paredes dijo...

Supongo que con conseguir que una sola persona nos recuerde cuando ya no estemos será más que suficiente.

Gracias *^*
Abrazos :3